- Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el Ministerio de Exteriores ruso afirmó que no alberga ilusiones sobre una mejora en las relaciones bilaterales y anticipa un recrudecimiento de las tensiones en la sociedad estadounidense. En un comunicado emitido este miércoles, Rusia declaró que observa con cautela el regreso de Trump a la Casa Blanca, manteniendo su postura firme sobre la defensa de sus intereses nacionales.
“No albergamos ilusiones en relación con el presidente electo estadounidense, que es bien conocido en Rusia, ni con la nueva composición del Congreso”, señaló el Ministerio de Exteriores en alusión a la mayoría republicana proyectada. Según el comunicado, las élites políticas estadounidenses, independientemente de su orientación, han sostenido políticas que consideran “antirrusas” y centradas en “la contención de Moscú”.
El Ministerio adelantó que colaborará con la nueva administración “una vez se asiente en la Casa Blanca” y que enfocará sus esfuerzos en proteger los intereses rusos y alcanzar los objetivos establecidos en la operación militar en Ucrania. En este contexto, Moscú reiteró sus condiciones y exigencias de seguridad, afirmando que Washington ya las conoce.
Rusia ve el retorno de Trump como un reflejo del descontento de los estadounidenses con la administración de Joe Biden y prevé que su presidencia exacerbe las divisiones internas. “Es de esperar que el regreso de Trump provoque una mayor tensión interna y un endurecimiento de los bandos enfrentados en EE.UU.”, sostuvo el comunicado, resaltando el antagonismo creciente entre estados demócratas y republicanos, así como entre defensores de valores progresistas y tradicionales.
En cuanto a la posibilidad de una felicitación oficial, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, declaró que no tiene información sobre si el presidente Vladímir Putin felicitará a Trump, recordando que Estados Unidos es considerado por Moscú como un “país inamistoso”. Peskov subrayó que Rusia evaluará al próximo presidente de EE.UU. en función de sus acciones concretas y que el estado actual de las relaciones bilaterales “es prácticamente imposible de empeorar”, ya que se encuentran en uno de sus puntos más bajos en la historia reciente.
Durante la campaña, Putin criticó con sarcasmo a la demócrata Kamala Harris, mientras el Kremlin denunció lo que considera una “persecución política” contra Trump, aunque también recordó que la administración del republicano impuso numerosas sanciones contra Moscú. En este contexto, Rusia continúa evaluando el nombramiento de un nuevo embajador en EE.UU., tras la salida de Anatoli Antónov, quien ocupó el cargo durante los últimos siete años.