Ifigenia Martínez y Hernández, reconocida economista, académica y destacada figura política de la izquierda mexicana, falleció este sábado a los 94 años, dejando un legado invaluable en la política y la vida pública de México. Su muerte fue confirmada por la presidenta Claudia Sheinbaum y el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, quienes expresaron su profundo pesar a través de redes sociales.
“Hasta siempre, querida maestra Ifigenia”, escribió Sheinbaum, recordando que apenas tres días antes había sido Martínez la encargada de entregarle la banda presidencial, en un acto que simbolizaba no solo la transición política, sino también el reconocimiento a una trayectoria marcada por la lucha por la democracia y la justicia social.
Monreal, por su parte, se refirió a ella como una “extraordinaria mujer”, destacando su relevancia histórica en la vida pública del país. “Con profunda tristeza comunico el sensible fallecimiento de la maestra Ifigenia Martínez”, expresó el legislador, subrayando el impacto de su legado en generaciones de políticos y académicos.
Nacida el 16 de junio de 1930, Ifigenia Martínez se convirtió en una de las pioneras en la lucha por la equidad y los derechos democráticos en México. Graduada con maestría y doctorado en Economía por la Universidad de Harvard, fue la primera mujer mexicana en alcanzar este logro. Además de su papel como académica, fue directora de la Facultad de Economía de la UNAM y participante activa en el Movimiento Estudiantil de 1968, experiencia que marcó su vocación política.
Martínez fue una de las fundadoras del Partido de la Revolución Democrática (PRD) junto con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, y desempeñó cargos clave tanto en el ámbito legislativo como en el diplomático. Fue diputada y senadora en diversas ocasiones, representando tanto al PRI como al PRD y, posteriormente, al PT, en un recorrido político que siempre estuvo ligado a su convicción de justicia social.
En el ámbito internacional, su labor como embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 1980 a 1982 subrayó su compromiso con la política exterior y la defensa de los intereses de México en el extranjero. También ocupó cargos importantes en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y fue asesora económica en la Presidencia de la República.
La partida de Ifigenia Martínez representa el cierre de un capítulo crucial en la historia política de México, pero su legado continúa vivo en las instituciones que ayudó a forjar y en las causas que defendió a lo largo de su vida. Su liderazgo, su integridad y su lucha incansable por una sociedad más justa dejan una huella imborrable en la memoria de México.