La presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó este fin de semana que la Organización de Estados Americanos (OEA) carece de facultades para cuestionar la reforma al Poder Judicial mexicano, impulsada por su administración y ratificada en las elecciones del 1 de junio. La mandataria advirtió que el organismo excedió su papel al emitir juicios políticos sobre un proceso soberano.
En un acto en Coatetelco, Morelos, Sheinbaum aseguró que la reforma y la elección popular de jueces reflejan “el mandato del pueblo” y criticó el informe preliminar de la Misión de Observación Electoral de la OEA, que sugirió no replicar este modelo en otros países. “No tienen atribución para eso”, sostuvo, y anunció que la Cancillería envió una nota diplomática al secretario general del organismo.
El proceso, que estableció la elección directa de más de 800 cargos judiciales, ha sido ampliamente debatido. Mientras el gobierno lo celebra como un avance democrático, observadores internacionales y analistas advierten riesgos para la independencia judicial, dada la baja participación ciudadana (menos del 15 %) y la politización del sistema.
Sheinbaum, sin embargo, destacó la elección de Hugo Aguilar Ortiz como el primer indígena al frente de la Suprema Corte como un “hecho histórico”. La polémica en torno a la reforma judicial promete intensificarse en los próximos meses, mientras México redefine el equilibrio entre democracia directa y autonomía institucional.