A las cuatro laterales de la Plazuela Baca Ortiz arriban todas las rutas de transporte de la ciudad de Durango, desde la colonia Asentamientos Humanos, la Azteca o Real Victoria y Fidel Velázquez. Incluso desde El Nayar o Santiago Bayacora en la zona rural del municipio capitalino. Sin embargo, no todos los choferes utilizar gel antibacterial ni los ciudadanos usan cubrebocas. El arribo de camiones en incesante, pero es en las mañanas y por la tarde, las horas de ingreso y salidas del trabajo de los pasajeros cuando el número de usuarios aumenta. En un recorrido en estos autobuses, el gel antibacterial se encuentra en una botella vieja que no está al alcance de los pasajeros.
Los choferes temen infectarse por la falta de responsabilidad de no usar cubrebocas.
El argumento de los transportistas para contar con mecanismos poco útiles para que la los pasajeros se desinfecten las manos es la carencia de recursos. Incluso, en un autobús se rompió el cordón y decidió colocarlo a un lado el volante. En otros casos, es el sindicato o el dueño de autobuses quien los suministra, pero por las condiciones económicas, no se cuenta con el suficiente. Pero también existen los usuarios rijosos que se molestan si les solicitan desinfectarse las manos.
A pesar de la escasez, hay choferes que con una botella de agua se las ingenian para entregar a cada persona un poco de gel antibacterial, a pesar que no alcanza ni para el diesel. Para otros, es muy complicado el contar con las medidas sanitarias requeridas porque lo pasan los suficientemente complicado.
Pero no todo es asunto del transporte o de los ciudadanos, los tinacos de agua para que las personas puedan lavarse las manos, funcionan a media, porque no cuentan con jabón, el insumo primordial. El tránsito de la gente es incesante y al observar a las personas que bajan de los camiones no todos usan cubrebocas.