De las 197 mil 843 escuelas preescolares, primarias y secundarias públicas del país, 74.5% (147 mil 570) no cuentan con un programa de protección civil, además de que la infraestructura de varias escuelas rebasó su vida útil, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
“Lo que denotó riesgos de seguridad ante la falta de protocolos de atención en casos de emergencia o contingencia, que impide implementar los mecanismos de asesoría y acompañamiento de las instancias especializadas y responsables en la materia”, señala la institución que dirige David Rogelio Colmenares Páramo en el reporte Evaluación del sistema educativo en el nivel básico.
La ASF destaca que de las 74 mil 448 escuelas de educación preescolar, 55 mil 836 (75%) no cuentan con un programa de protección civil. Lo mismo sucede con 67 mil 878 primarias (75%) y 23 mil 856 secundarias (70%).
Según la Guía para Elaborar o Actualizar el Programa Escolar de Protección Civil, es prioritario proteger a las niñas, niños y adolescentes en las escuelas y enseñarles sobre los peligros a los que pueden estar expuestos y preparar al alumnado, a docentes, directivos, padres de familia y a la comunidad escolar en general, para actuar de la mejor manera, antes, durante y después de una emergencia.
“Los diversos fenómenos perturbadores que ocurren en México, como inundaciones, sismos, huracanes, deslizamientos, entre otros, ocasionan graves pérdidas que tienen un severo impacto social y económico, tanto en las grandes ciudades como en las pequeñas comunidades”, indica el documento.
Precisa que estos daños, que se registran de manera periódica en centros educativos, provocados por los hechos mencionados, no sólo afectan el desempeño y aprendizaje de nuestros estudiantes, también la salud y el estado emocional de todos los miembros de la comunidad escolar, principalmente de las niñas, niños y adolescentes.
Expone, además, que la secretarías de Educación Pública (SEP) y de Gobernación (Segob) deben trabajar para que las escuelas del país, en cada uno de sus turnos, cuenten con un programa escolar de protección civil que organice a la comunidad educativa para su seguridad.
Dice que se pretende que las escuelas, como colectivo, sean capaces de afrontar emergencias, así como de reducir el peligro, al instrumentar su programa con la asesoría y acompañamiento de las instancias estatales especializadas, como la Unidad Municipal de Protección Civil y el Consejo Municipal de Protección Civil, así como de otras, que pueden brindar apoyo focalizado como el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
Refiere que las nuevas realidades que vive el país exigen una actitud de prevención y organización ante los fenómenos naturales, o de cualquier otro tipo, que puedan afectar la seguridad de la población, en especial la de los niños y adolescentes de la comunidad escolar.
Dependencia encuentra deterioro en la infraestructura educativa
En las revisiones de infraestructura de las escuelas públicas de educación básica, la ASF detectó que en 63.5% de las escuelas de preescolar hay un rango de 11 a 70 años de antigüedad.
“Lo que implica que aquellas mayores de 25 años superaron su vida útil, ya que son más proclives a mostrar deterioros importantes en su infraestructura física, conllevando mayores revisiones estructurales y altos costos en mantenimiento, además de significar un riesgo para la comunidad escolar, por lo cual se recomienda diseñar y reforzar las normas y los criterios existentes en la materia, así como establecer estrategias puntuales que permitan focalizar los esfuerzos gubernamentales en aspectos de actualización de edificación y construcción de escuelas”, advierte.
Indica que de las 90 mil 504 primarias existentes en 2020, 60.8% mantienen entre 11 y 60 años de antigüedad, destacando las escuelas generales; en consecuencia, la mayoría de los planteles de primaria superaron los años de vida útil en cuestión de infraestructura (25 años).
“Lo que implica una mayor atención en aspectos de revisión y mantenimiento; no obstante, se considera pertinente analizar y focalizar la atención en dichos planteles, así como establecer criterios y políticas específicas en materia de actualización, construcción y reestructuración de inmuebles destinados al servicio educativo público”, añade el documento.
En cuanto a las secundarias que existen en el país, la ASF reveló que de los 34 mil 80 que existen, 70.9% tienen una antigüedad de entre 11 y 50 años, principalmente telesecundarias, seguido por las generales y las técnicas.
“Lo cual demuestra que la mayoría de los planteles se encontraron en condiciones precarias de infraestructura, ya que superaron su vida útil y pone en riesgo a las comunidades escolares que asisten y trabajan en ellas”.