La cifra de fallecidos por el desplome de un puente sobre el río Tocantins, entre los estados brasileños de Maranhão y Tocantins, subió este jueves a ocho, según informó la estatal Agencia Brasil. El colapso, ocurrido el domingo pasado, ha dejado además nueve personas desaparecidas, lo que mantiene activas las labores de búsqueda y rescate en la zona.
El desarrollo de los hechos
Hasta el martes, las autoridades habían confirmado cuatro muertos y 13 desaparecidos. Sin embargo, la cifra de víctimas aumentó cuando equipos de rescate encontraron dos cuerpos el miércoles y dos más este jueves.
La operación de búsqueda incluye a 29 buzos de los cuerpos de bomberos de Maranhão, Tocantins y Pará, así como personal de la Marina de Brasil. Según un comunicado de esta última institución, las labores presentan “alta complejidad” debido a la posible contaminación del agua por químicos transportados por algunos vehículos que cayeron al río con el colapso del puente.
Riesgo ambiental: químicos en el agua
Las autoridades han alertado sobre el posible vertido de sustancias peligrosas al río Tocantins, ya que algunos vehículos involucrados transportaban ácido sulfúrico y pesticidas. Especialistas realizarán análisis para determinar si existe contaminación hídrica y evaluar los riesgos para las comunidades cercanas.
Investigaciones en curso
Tanto el Departamento Nacional de Infraestructura de Transporte como el Ministerio Público de Brasil han iniciado investigaciones para esclarecer las causas del colapso, identificar a los responsables y evaluar las consecuencias sociales y ambientales del desastre.
El puente, construido en la década de 1960, tenía una extensión de 533 metros y conectaba las ciudades de Estreito, en Maranhão, y Aguiarnópolis, en Tocantins. Según expertos, el deterioro de la estructura podría haber contribuido al desplome, aunque los informes técnicos aún están pendientes.
Planes para una nueva estructura
El Gobierno de Brasil anunció el martes su intención de contratar a una empresa para construir un nuevo puente en un plazo de un año. Mientras tanto, los habitantes de la región enfrentan serias dificultades de movilidad y económicas debido a la interrupción de esta importante vía de conexión.
Un saldo de dolor y preguntas sin respuesta
El colapso del puente no solo ha cobrado vidas humanas, sino que también plantea serias preocupaciones ambientales y sociales. Las comunidades afectadas esperan respuestas claras y medidas urgentes para prevenir tragedias similares en otras infraestructuras críticas del país.