Naciones Unidas advirtió este viernes sobre el peligro de un “accidente nuclear incontrolable” tras el impacto de un dron contra el sarcófago del reactor de la central nuclear de Chernóbil, en el norte de Ucrania. Según las autoridades ucranianas, el ataque fue perpetrado por las Fuerzas Armadas de Rusia, aunque Moscú ha negado cualquier implicación y ha acusado a Kiev de realizar una operación de falsa bandera.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stephane Dujarric, expresó en una rueda de prensa su profunda preocupación por el incidente, subrayando que sucesos como este elevan significativamente los riesgos de una nueva catástrofe nuclear. “Obviamente, es un hecho extremadamente preocupante”, señaló Dujarric, instando a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos para evitar una escalada en la zona.
Desde Ucrania, funcionarios han denunciado lo ocurrido como un acto de “chantaje nuclear” por parte de Rusia y han exigido una respuesta firme a nivel global. Sin embargo, el Kremlin ha rechazado la acusación y ha desmentido su participación en el ataque, sugiriendo que podría tratarse de una estrategia de desinformación por parte de Kiev.
Chernóbil fue el escenario del peor desastre nuclear de la historia en 1986, y aunque el reactor afectado fue sellado con un sarcófago de protección, cualquier daño en la estructura podría liberar material radiactivo, generando consecuencias devastadoras. El ataque ha reavivado el temor a que el conflicto bélico en Ucrania pueda desencadenar una nueva crisis nuclear en la región.
Organismos internacionales y expertos en seguridad nuclear han pedido una investigación independiente sobre el incidente, mientras la tensión entre Ucrania y Rusia sigue en aumento.