Al menos cinco personas resultaron heridas en un tiroteo ocurrido este martes en la escuela para adultos Risbergska, ubicada en el centro de la ciudad de Örebro. Entre los heridos se encuentra el presunto autor del ataque, según confirmaron las autoridades.
La policía sueca informó que la situación sigue siendo crítica y calificó el hecho como un “presunto delito grave de violencia”. El tiroteo se desató alrededor de las 12:30 p.m., hora local (6:30 a.m. hora ET), en un campus donde también operan otras instituciones educativas, incluidas escuelas para niños.
Operación policial en curso
Roberto Eid Forest, jefe del distrito policial, indicó que el operativo sigue activo y advirtió al público mantenerse alejado de la zona. Las autoridades aún no han declarado finalizado el peligro. “El público DEBE mantenerse alejado”, enfatizó el comunicado policial.
De acuerdo con el portavoz Lars Hedlin, hubo un intercambio de disparos entre el atacante y la policía. Ningún agente resultó herido durante el enfrentamiento.
Estado de los heridos
Jonas Claesson, director regional de atención médica, informó que cinco personas fueron trasladadas al hospital universitario local. Cuatro de ellas fueron sometidas a cirugía, y dos se encuentran ahora en condición estable. Una de las víctimas presenta heridas graves.
Testimonios de terror
Estudiantes y personal vivieron momentos de pánico. Andreas Sundling, un joven de 28 años, relató a la prensa local cómo se refugió en un aula tras escuchar el estruendo.
“Escuchamos tres explosiones y gritos fuertes”, declaró al periódico Expressen. “Ahora estamos sentados aquí esperando que nos evacúen. La instrucción ha sido permanecer en nuestros lugares”.
Reacción del gobierno
El ministro de Justicia, Gunnar Strömmer, señaló que el gobierno mantiene “estrecho contacto con la policía” y sigue de cerca la evolución de los acontecimientos. “La operación policial está en pleno desarrollo”, dijo a la agencia de noticias sueca TT.
Las autoridades han comenzado a evacuar a los estudiantes de las escuelas cercanas al lugar del ataque, mientras el área permanece acordonada a unos 160 kilómetros al oeste de la capital, Estocolmo.
Este lamentable incidente pone nuevamente en el centro de la discusión la seguridad escolar en Suecia, un país conocido por sus bajos índices de violencia armada.