La tormenta tropical Dalila azotó este fin de semana el puerto de Acapulco con intensas lluvias, oleaje elevado y fuertes ráfagas de viento, dejando a su paso afectaciones materiales significativas, particularmente en zonas turísticas como Playa Revolcadero, en la franja Diamante del municipio.
Uno de los impactos más visibles ocurrió en la costa: al menos cinco negocios, entre ellos restaurantes y marisquerías, colapsaron como resultado de la marea violenta combinada con la pérdida progresiva de arena en la playa. “Solo la cocina quedó en pie”, lamentó Armando Ramírez, propietario de uno de los locales afectados, quien asegura que las olas literalmente “borraron” su restaurante.
El oleaje, estimado en más de 3 metros de altura, y las lluvias persistentes provocaron también inundaciones en colonias como Misión del Mar y Luis Donaldo Colosio, además de deslaves de tierra y piedra en zonas como Francisco Villa y la avenida Escénica. Afortunadamente, no se reportan personas heridas ni pérdidas humanas.
Protección Civil de Acapulco informó sobre la caída de árboles en al menos cuatro colonias y el desplome parcial de techos en viviendas y edificios públicos, como el del DIF municipal. Muchas de estas estructuras ya presentaban daños por ciclones anteriores, como Otis y John.
En zonas vulnerables, tres personas fueron evacuadas preventivamente a un refugio temporal por riesgo de deslave. Mientras tanto, pescadores locales reportaron el hundimiento de al menos cinco embarcaciones, sin poder rescatarlas aún debido a las condiciones del mar.
A nivel regional, Dalila también ha provocado lluvias en estados como Jalisco, Colima, Michoacán y Veracruz, manteniendo a varias entidades bajo alerta, según el Servicio Meteorológico Nacional. Las autoridades exhortan a la población costera a mantenerse informada, evitar zonas de riesgo y atender las recomendaciones de seguridad ante posibles intensificaciones del fenómeno.