Las fuerzas militares rusas estrechan su cerco sobre Kiev y ya se registran combates en algunos vecindarios de la capital, donde también hubo un ataque con misiles este viernes de madrugada, según las autoridades ucranianas, que pidieron más sanciones internacionales contra Moscú y aseguraron “hacer todo lo posible” para resistir.
La ofensiva, que comenzó el jueves, ya ha dejado más de 100 muertos y unos 100,000 desplazados, según cifras oficiales ucranianas, y las tropas rusas avanzan rápidamente. Según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, las zonas de civiles se han convertido en blanco y su país se siente “solo” ante una comunidad internacional que no ha reaccionado con la suficiente firmeza.
El ejército ucraniano afirmó que las tropas rusas se acercan a Kiev desde el norte y el este y el ministerio de Defensa dijo que hay combates en un vecindario del norte de la ciudad, llamado Obolon, y pidió a sus habitantes que tomen las armas.
“Pedimos a los ciudadanos que nos informen de los movimientos enemigos, que hagan cócteles molotov y neutralicen al ocupante”, dijo el ministerio en un comunicado.
Las tropas ucranianas también indicaron que combaten contra unidades de blindados rusos en dos localidades, Dymer e Ivankiv, situadas a 45 y 80 kilómetros al norte de Kiev.
Aunque han tenido que hacer frente a resistencia en algunas zonas, las fuerzas ucranianas admiten que las tropas rusas encuentran la manera de seguir acercándose a la capital, donde viven tres millones de habitantes pero que estaba desierta este viernes.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió el viernes a los europeos con “experiencia de combate” que luchen por Ucrania ante la amenaza de las fuerzas rusas.
“Si tiene experiencia de combate en Europa y no quiere ver la indecisión de los políticos, puede venir a nuestro país y unirse a nosotros para defender Europa, allí donde ahora es más necesario”, dijo Zelenski en un comunicado difundido por su oficina de prensa.
“¿Cómo van a defenderse ustedes mismo si son tan lentos en ayudar a Ucrania?”, preguntó Zelenski a los líderes europeos.
“¿Anular los visados para los rusos? Exclusión (del sistema interbancario) Swift? ¿Aislamiento total de Rusia? ¿Retirada de los embajadores? ¿Embargo del petróleo? Hoy, todo debe estar sobre la mesa, porque es una amenaza para todos nosotros, para toda Europa”, añadió.
“Europa es lo suficientemente fuerte para parar esta agresión”, insistió.
Negociar “tarde o temprano”
Al amanecer, Kiev registró dos fuertes explosiones, según pudieron comprobar periodistas de la AFP. “Disparos horribles de misiles rusos sobre Kiev”, denunció en Twitter el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba. Según fuentes oficiales, hubo tres heridos en el ataque.
“Dijeron que los civiles no eran objetivo, pero es otra de sus mentiras (…) Esta noche, comenzaron a bombardear vecindarios civiles. Esto nos recuerda a (la ofensiva nazi de) 1941”, denunció este viernes Volodimir Zelenski en un video difundido en las redes sociales.
El jueves, el ejército ruso se hizo con el control de la zona de la central de Chernóbil, contaminada aún por la radioactividad del accidente nuclear de 1986.
Zelenski también alabó a los ucranianos por su “heroísmo” y aseguró que sus tropas “hacen todo lo posible” para defender el país.
“Rusia tendrá que hablar con nosotros tarde o temprano. De la manera en que podremos poner fin a los combates y parar la invasión. Cuanto antes tenga lugar esta conversación, menores serán las pérdidas, incluso para Rusia”, estimó.
Tal vez a modo de respuesta, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que su país está dispuesto a negociar si Ucrania “depone las armas”.
En una conversación con Putin, el presidente chino Xi Jinping le pidió que “negocie” con Ucrania.
El papa Francisco también intervino y se reunió con el embajador ruso en el Vaticano para manifestarle “su preocupación”.
“Liberar de la opresión”
Según fuentes militares occidentales, Kiev es el principal objetivo del presidente ruso Vladimir Putin para “decapitar al gobierno” ucraniano e instalar un ejecutivo favorable a Moscú.
Lavrov reiteró que el objetivo de la invasión de Ucrania era “liberar” a los ucranianos “de la opresión”, lo que da a entender que desean derrocar al actual gobierno.
La finalidad es “desmilitarizar y desnazificar Ucrania para que, liberados de esta opresión, los ucranianos puedan elegir libremente su futuro”, dijo.
Rusia acusa a Ucrania de cometer un “genocidio” de la población rusoparlante del este de país, sin aportar ninguna prueba al respecto.
La amenaza de invasión rusa estaba presente desde hace semanas, ya que Putin había desplegado más de 150,000 soldados en la frontera. Pero se aceleró el lunes, cuando reconoció la independencia de los territorios separatistas prorrusos del este de Ucrania y los diputados rusos allanaron el camino legal para una operación militar.
Desde que Putin lanzó su ofensiva el jueves de madrugada, cerca de 100,000 personas huyeron de sus hogares y miles buscaron refugio en el extranjero, indicó la ONU. Los primeros refugiados ucranianos ya empezaron a llegar a Hungría, Rumania o Polonia.
“Mi vida ha cambiado completamente en medio día. Pero es muy bueno saber que tenemos un sitio adonde ir”, explicaba Iryna, una mujer de 42 años, que pasó la noche junto a decenas de compatriotas en la estación de tren de Przemysl, en Polonia, cerca de la frontera ucraniana.
En el este de Ucrania, los intensos combates llenaron de miedo y rabia a los civiles.
“Nunca, bajo ninguna condición, me rendiré a Putin. Mejor morir”, afirmó Olena Kurilo, maestra de 52 años, con el rostro cubierto de vendas, en Chugnev, ciudad del este de Ucrania que fue bombardeada.
TOMADO DE EL ECONOMISTA