El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva que busca judicializar a las ciudades que se niegan a colaborar con agentes federales de migración, conocidas como “ciudades santuario”. La medida incluye la elaboración de una lista oficial de estas localidades, así como la posibilidad de suspenderles fondos federales y emprender acciones legales en su contra.
La directiva, firmada en la Oficina Oval, señala que estas jurisdicciones estarían incurriendo en una “insurrección ilegal” al obstruir la aplicación de las leyes migratorias federales. Aunque vivir en el país sin documentos no constituye un delito penal sino una falta civil, la administración Trump ha intensificado su ofensiva contra la inmigración irregular.
Además del decreto contra las ciudades santuario, Trump firmó una segunda orden ejecutiva enfocada en reforzar a las fuerzas del orden. Esta medida instruye al Gobierno federal a ofrecer respaldo legal a agentes señalados por abusos o mala conducta, así como a flexibilizar las restricciones operativas que enfrentan y dotarlos de equipo militar.
Como parte de esta política, el Gobierno ha impulsado la colaboración entre las autoridades locales y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Hasta la fecha, se han suscrito más de 450 acuerdos que otorgan a policías locales facultades para detener a migrantes, una estrategia que refuerza el papel de las corporaciones municipales en la política migratoria nacional.
Estas medidas confirman el endurecimiento del enfoque migratorio de la administración Trump, generando una creciente polémica en un país donde la protección a comunidades migrantes ha sido bandera de numerosas ciudades y estados.