El presidente Donald Trump lanzó una advertencia pública a Walmart este sábado, instando al gigante minorista a no trasladar a los consumidores el impacto económico de los aranceles impuestos por su propia administración. En una publicación en la red social Truth Social, Trump sostuvo que tanto Walmart como China deberían “comerse los aranceles” y no aumentar los precios a sus “valiosos clientes”.
El mensaje surge en un contexto de tensiones comerciales crecientes impulsadas por el regreso de políticas arancelarias agresivas. Trump ha promovido estos impuestos a las importaciones como una estrategia para fortalecer la industria manufacturera estadounidense, aunque numerosos economistas advierten que los costos derivados recaen en última instancia sobre los consumidores y elevan la inflación.
“Walmart ganó miles de millones de dólares el año pasado, mucho más de lo esperado. Entre Walmart y China, deberían comerse los aranceles y no cobrarles nada a sus valiosos clientes”, publicó Trump.
La declaración se dio apenas días después de que Walmart advirtiera que productos básicos como alimentos, artículos para el hogar y asientos de automóvil podrían encarecerse sustancialmente debido al aumento de aranceles. Su director financiero, John David Rainey, estimó que algunos productos podrían subir hasta un 29% en precio, lo que pone en entredicho la afirmación de Trump de que las empresas pueden absorber completamente los costos.
A pesar de que el mandatario insiste en que los aranceles fortalecen la economía, cifras recientes reflejan un panorama más complejo: la confianza del consumidor cayó al segundo nivel más bajo registrado, según datos preliminares de la Universidad de Michigan. Cerca del 75% de los encuestados mencionaron los aranceles como una preocupación principal.
Trump ya ha impuesto o propuesto aranceles a productos de países clave como China, México y Canadá, afectando industrias como la automotriz, el acero, el aluminio y próximamente la farmacéutica. Aunque ha reducido temporalmente algunos aranceles —como el que bajó del 145% al 30% para China durante 90 días—, su administración mantiene una postura ambigua que ha generado incertidumbre en los mercados financieros.
Además, Trump volvió a presionar a la Reserva Federal para que recorte las tasas de interés, calificando al presidente del organismo, Jerome Powell, como un actor lento ante la evolución de la economía. Powell, por su parte, ha advertido que los aranceles podrían desacelerar el crecimiento y aumentar los precios.
Con este nuevo enfrentamiento público con Walmart, el expresidente intensifica su estrategia de presión sobre grandes corporaciones para que respalden sus políticas comerciales, aún a costa de sus márgenes de ganancia.