El presidente Donald Trump sorprendió al mundo ayer al revelar un nuevo plan de defensa nacional que ha llamado la “Cúpula Dorada”, un escudo antimisiles sin precedentes que buscará proteger a Estados Unidos frente a ataques desde cualquier punto del planeta —incluido el espacio exterior.
El proyecto, cuyo costo inicial ronda los 175 mil millones de dólares, representa uno de los desarrollos militares más ambiciosos en la historia reciente del país. De acuerdo con Trump, la iniciativa será “la muralla invisible más poderosa jamás construida” y entraría en funciones antes del cierre de su mandato en 2029.
Aunque el concepto recuerda al conocido “Domo de Hierro” de Israel, la versión estadounidense promete ir mucho más allá: incluiría plataformas satelitales, sensores orbitales de largo alcance y misiles interceptores con inteligencia artificial avanzada. Las estimaciones a largo plazo indican que el proyecto podría alcanzar los 500 mil millones de dólares en dos décadas, según análisis preliminares del Congreso.
Trump también reveló que Canadá podría sumarse como socio estratégico en esta iniciativa. Aunque los términos aún se están negociando, Ottawa ya habría mostrado interés en participar tanto en la financiación como en la integración tecnológica del escudo.
Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, defendió el plan afirmando que no solo reforzará la seguridad nacional, sino que establecerá un nuevo estándar global en defensa antimisiles. “Este sistema será un legado para las generaciones futuras, y una señal clara para cualquier adversario de que no podrán tocarnos”, declaró.
El anuncio marca un nuevo capítulo en la política de defensa estadounidense, en medio de un contexto internacional cada vez más tenso y con crecientes tensiones geoestratégicas. La “Cúpula Dorada” se perfila como uno de los ejes centrales de la estrategia de seguridad del segundo mandato de Trump.