El funeral de Estado del expresidente Jimmy Carter (1977-1981), quien falleció a los 100 años, reunió a los líderes más importantes de Estados Unidos en la Catedral Nacional de Washington. Entre ellos destacó un inesperado momento de camaradería entre Donald Trump, presidente electo tras las elecciones de noviembre, y Barack Obama, quienes intercambiaron risas y conversaciones amistosas, dejando de lado sus diferencias políticas en este solemne acto.
Un reencuentro inesperado
Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia el 20 de enero, llegó acompañado de su esposa, Melania Trump, y ocupó un asiento junto a Obama. Durante los minutos previos a la ceremonia, ambos se mostraron conversando en lo que parecía un ambiente distendido. Esta escena sorprendió a muchos, dado que Trump y Obama representan polos opuestos en la política estadounidense.
Entre los asistentes también se encontraba el presidente saliente, Joe Biden, junto a otros expresidentes como George W. Bush, Bill Clinton y el mismo Obama. Sin embargo, lo que generó mayor atención fue la actitud de la excandidata Kamala Harris, quien decidió no saludar a ningún expresidente, ni siquiera a Obama, su aliado político.
El distanciamiento de Harris
Harris, quien asistió acompañada por su esposo, Douglas Emhoff, evitó interactuar con los mandatarios presentes. Su decisión de ignorar a Obama, con quien mantiene una relación cercana, marcó un contraste con la interacción amigable entre Trump y el exmandatario demócrata. Este distanciamiento fue interpretado por analistas como una estrategia política tras su derrota en las elecciones presidenciales.
Un evento cargado de simbolismo
Otros momentos destacados incluyeron el tenso reencuentro entre Trump y su exvicepresidente Mike Pence. La relación entre ambos se fracturó tras los eventos del 6 de enero de 2021, cuando Trump lo presionó para revertir los resultados de las elecciones presidenciales. Pence, sentado en una fila posterior, evitó protagonizar mayores tensiones, aunque estrechó la mano del futuro mandatario al inicio del evento.
Barack Obama, por su parte, fue el único expresidente que asistió sin su esposa, Michelle Obama, quien se encuentra en Hawái según reportes de CNN. Mientras tanto, George y Laura Bush fueron recibidos de pie por Obama, marcando uno de los pocos gestos protocolares en un evento donde los líderes políticos mantuvieron distancia unos de otros.
Justin Trudeau y las tensiones internacionales
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también asistió al funeral en medio de recientes tensiones con Trump, quien ha insinuado en discursos recientes la posibilidad de anexar Canadá a Estados Unidos. Este comentario, calificado de provocador, marcó un contrapunto en la dinámica diplomática del evento.
El legado de Jimmy Carter
Jimmy Carter, el presidente más longevo en la historia de Estados Unidos, fue recordado por su legado como defensor de los derechos humanos y su labor filantrópica tras dejar la presidencia. Su funeral, aunque solemne, destacó las divisiones políticas y personales que aún prevalecen en la cúpula política estadounidense, dejando imágenes que serán recordadas tanto por su simbolismo como por su inesperada carga de humanidad.