Gómez Palacio, Durango.-
Guadalupe y Mónica, vecinas de la colonia Otilio Montaño en Gómez Palacio así como el resto de quienes habitan este sector habitacional, no dan crédito a los hechos que ocurrieron este fin de semana a unos cuantos metros de sus casas donde una menor murió y una segunda niña pequeña se debate entre la vida y la muerte a consecuencia de los golpes que sufrió presuntamente a manos de su padrastro
Derivado de un sondeo que se realizó por esta casa editora en las inmediaciones de la Colonia Otilio Montaño del citado municipio, dos mujeres que se identificaron como Guadalupe y Mónica con el semblante desencajado y con una voz de reclamo compartieron que Luis “N” de 30 años de edad, quien ya fue detenido, les entregó en sus brazos a la menor pidiendo auxilio.
La señora Guadalupe, vecina del domicilio donde ocurrieron los lamentables hechos sobre la calle Carlos Herrera sin número de la colonia Otilio Montaño, compartió: “Me da tristeza porque, qué nos dividía, una malla, una malla y no oírlas ningún grito a las niñas, no se oyó nada. Él si nos escuchó a nosotros porque salió a cerrar la puerta como a las tres de la tarde el sábado, y nosotros estábamos sentados, habíamos muchos, él salió a cerrar la puerta porque yo quiero imaginarme que escuchó que estábamos afuera y pensando que oíamos algo, y nos saludamos”, narró la mujer.
Cuestionada sobre si observaban algo raro en el matrimonio o específicamente en él, quien se encargaba de cuidar a las menores mientras la madre de ellas trabajaba en una fábrica en turno de la noche, dijo: “Siempre él tenía cerrado, es que él no salía tampoco, uno cómo va a sospechar tantas cosas, fue muy poquito tiempo, las niñas no asomaban ni la cabeza. Él vino varias veces a comprarme hielo y se iba, y, no se oía nada, hasta las 10:50 que él salió a pedir ayuda, pero parado en la puerta diciendo, ayúdenme que la niña no reacciona, no crea que gritaba”, describió.
Detienen a mamá y padrastro de las víctimas. / Foto: Dirección de Seguridad
“La niña estaba desvanecida, nos la llevamos porque de aquí a que viniera una ambulancia, nosotros nunca nos percatamos de que la niña estaba muerta, yo no la revisé, y, ya después cuando nos la llevamos ella iba sin camisita, (solo) con su ‘pantaloncito’. Los de la Cruz Roja nos preguntaron que quién era el papá o la mamá porque la niña iba golpeada”.
“Créame que no nos quitamos las imágenes de las niñas, mi vecina de la niña chiquita que la vio y yo de la grande por haberla llevado, su inocencia de la niña, verla con la esperanza de que iba viva; mi esposo nos llevó y la señora de en frente”.
“Creímos que el señor se había venido con nosotros atrás pero no, después de mucho llegó. De hecho nosotros no sabíamos que era el padrastro”.
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Mónica, quien es otra vecina que vive cerca del lugar de los hechos, explicó que ella conoce a la familia de la madre de la menor que falleció: “No nos imaginábamos, sino, hubiéramos ido y le tumbábamos la puerta, otros de los vecinos que viven a un lado de esa casa dicen que escucharon a las niñas llorar pero que él les decía que lloraran bien, lo que hacer suponer que quizás las golpeaba siempre”.
“Lo anormal es que no salían las niñas, por el supimos que no tenían nada de muebles, no salían solas, si iban a la tienda Él las llevaba, a la grande la llevaba de la mano y a la otra la llevaba agarrada del cuello, la muchacha decía que él era de Veracruz y que no tenía papeles que por eso él no trabajaba. Ella era la que trabajaba y el padrastro con las niñas”, sostuvo.
“Nos sentamos ahí, y no escuchamos nada, pero la intención del hombre él sabía que la niña ya estaba muerta, decía, ayúdeme vecino porque se me cayó la niña”.