En la comunidad de Bahuichivo, se encuentra una vivienda de construcción tipo “americana” con finos acabados y patio con césped sintético, la cual contrasta con las demás en la región, esta es la casa de José Noriel Portillo alias “El Chueco”.
Tras el homicidio de dos sacerdotes jesuitas y un guía turístico, “El Chueco” se convirtió en el más buscado en la zona del Triangulo Dorado, donde más de 500 militares se encuentran realizando operativos para dar con este cabecilla del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con Milenio, que realizó un recorrido por Bahuichivo, la residencia se encuentra construida con ladrillo al estilo americano, tiene lámparas de vidrio colgantes en los techos, así como una gran bodega en la cual se guardaban armas y droga.
Sin embargo, en el lugar donde vivía El Chueco fueron encontrados altares para rendir homenaje a la Muerte.
En la parte trasera de la casa había edificaciones que a decir de los pobladores, servía como “casa de seguridad” donde retenía a sus víctimas.
Incluso, se construyeron dos terrazas, en donde los sicarios podían vigilar quien pasaba por el lugar.
“El Chueco” tenía una barda estilo “tronera” es decir, hoyos en las paredes para que cupieran las armas y poder disparar con mayor protección
Frente a la vivienda hay varias casas que sirven para los sicarios que están para su protección.