Desde hace medio siglo el papel de la mujer no se limita a ser esposa, ama de casa y madre, sino que ha buscado una lucha por la equidad; en ese contexto, desde hace años se debate sobre si algunas películas animadas, o juguetes como las muñecas Barbie, fomentan estereotipos acerca del rol de género.
A la muñeca por excelencia, un gran porcentaje de la población femenina la ha tenido entre sus manos en sus primeros años de vida y, aunque este juguete a lo largo de los años ha buscado adaptarse a los tiempos, al tener distintas profesiones e incluso diversos fenotipos, la pregunta aún continúa: ¿Barbie fomenta en las mujeres estas ideas irreales acerca de la belleza?
Barbie celebra hoy 63 años de vida y con todos estos años a cuestas algunos especialistas concuerdan en que, a pesar de la revolución femenina y el desarrollo de las mujeres en ámbitos cada vez más diversos, está muñeca aún es la preferida de niñas, ya que aún funge como referencia de la figura materna y un modelo de belleza a seguir.
Si bien es un juguete aparentemente inofensivo, perpetua mensajes hacia la perfección física que serían imposibles de cumplir en la vida real.
“Un gran porcentaje de niñas quiere una Barbie, así fue con nuestras abuelas, nuestras madres, nosotros y con nuestras hijas. No es extraño que las niñas quieran tener y jugar con ellas. La problemática llega cuando los padres de familia dejan que las niñas sigan el estereotipo de mujer delgada y perfecta que refleja la muñeca y que además no es acorde al físico de las pequeñas”, dijo Maritza Ulate, gerente de Investigación y Desarrollo de Enfoque a la Familia.
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Manuel González Oscoy, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también detalló que estas muñecas siguen fomentando los estereotipos de belleza física en las niñas.
“Objetos como éstos amplían los estereotipos, hemos visto que hay casos patológicos incluso de mujeres que se identifican tanto con la Barbie que hasta se llegan a operar para simular en su cuerpo las proporciones que no son naturales”, comentó.
Los especialistas señalaron que no sólo las niñas pueden sucumbir ante los irreales estereotipos de las muñecas, también los niños lo padecen, ya que se les dice la manera en que deben buscar a sus novias, esposas o amantes.
“Los varones también sucumben ante estos estándares de belleza, de una manera inconsciente se les dice el parámetro de belleza que deben buscar en una mujer”, dijo Maritza.
Para Bárbara Pantoja, psicóloga experta en violencia de género, la Barbie ha buscado adaptarse a los tiempos y a una aparente equidad, pero considera que este tipo de movimientos son sólo parte de la corrección política y no un cambio de fondo.
“Barbie comenzó siendo rubia, luego salieron las hawaianas y ahora surgieron otras con rasgos latinos que son bien aceptadas por niños, niñas y sus padres; sin embargo, cuando salió al mercado un piloto de una Barbie gordita, fue un fracaso en el mercado, lo que demuestra esa tendencia”, explicó la experta.
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Además, agregó la especialista, también está la parte monetaria, ya que lanzar muñecas diversas o con distintas profesiones es más un asunto monetario y no es parte del cambio que se busca en cuanto a equidad entre hombres y mujeres.
“Actualmente la extensa gama y variedad de muñecas hace que más niñas en todo el mundo se identifiquen con una u otra y siempre haya una adecuada para cada niña. Ampliando esta diversidad, es más fácil que otras niñas quieran tenerlas, es algo bueno para los accionistas, pero eso no ayuda en la perspectiva de género”, añadió González Oscoy.