La normalización de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos acelerará la salida de capital extranjero de México, principalmente de deuda gubernamental, advirtieron analistas.
De acuerdo con los expertos, en la última reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) quedó claro que pronto comenzarán a reducir el ritmo de compra de activos, actualmente de 120 mil millones de dólares al mes, conocido como tapering, y que las tasas de interés podrían comenzar a subir el próximo año.
“El FOMC envió una fuerte señal de que anunciará la reducción gradual en noviembre, con el presidente Powell señalando un amplio apoyo para un cronograma que completaría el proceso a mediados de 2022″, apuntó en un reporte Jonathan Miller, economista en jefe para Estados Unidos de Barclays.
En cuanto a las tasas de interés, si bien la mitad de los funcionarios de la Fed esperan incrementos para el próximo año, los analistas prevén que sería hacia finales o hasta principios de 2023.
Se espera que estos ajusten tengan un impacto en la tenencia de valores mexicanos por parte de extranjeros.
De acuerdo con datos de Banco de México (Banxico), del 31 de diciembre de 2020 al 14 de septiembre de este año los inversionistas foráneos retiraron 217 mil 802.3 millones de pesos del mercado de deuda gubernamental, equivalente a 10 mil 836 millones de dólares.
Pamela Díaz, economista para México de BNP Paribas, apuntó que el hecho de que la Fed ya haya anunciado la finalización de los apoyos devendría en salidas de inversionistas extranjeros en el país.
“El hecho de que haya ya una fecha, que todo sea más claro en cuanto al inicio del tapering, del ciclo de normalización monetaria, esto puede ocasionar que haya ciertas salidas de México, y aquí la clave es que sean salidas ordenadas”, dijo.
Consideró que, además de los bonos gubernamentales, el tipo de cambio podrá resentir el tapering planeado por la Fed, pero confía que la comunicación que ha dado el organismo central ocasione un acomodo ordenado de los mercados financieros.
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, coincidió que la Fed, aprendiendo de experiencias pasadas, está buscando un reacomodo ordenado de portafolios, sobre todo en mercados emergentes, a fin de evitar, en lo posible, episodios de volatilidad en los mercados.
“Después de la experiencia dolorosa que se tuvo en el pasado, la Fed va a ser más explícita y gradualista en ese tapering para evitar inestabilidad en los mercados financieros. En particular, en los mercados emergentes sí puede haber episodios de venta masiva (sell off), y en el caso de México, tenemos 80 mil millones de dólares de valores gubernamentales en manos de residentes en el exterior, pero llegó a estar en 116 mil millones de dólares hace dos años”, dijo.
Más restricción en Banxico
Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero de BW Capital, indicó que el proceso del tapering puede resultar negativo para los mercados emergentes, incluido México, debido a posibles salidas de flujos del mercado de deuda local, ya que se estima que todo el proceso dure hasta la mitad del 2022, y estima que las tasas de interés en Estados Unidos se incrementarían de manera gradual.
“Esto provocaría que la tendencia de salida de flujos de extranjeros en México continúe, situación que se ha mantenido en los últimos años. El Banco de México debe tomar en cuenta este posible escenario para mantener los diferenciales de tasas de interés en niveles óptimos y evitar distorsiones financieras”, dijo.
Alain Jaimes, analista de Signum Research, coincidió en que el tapering sería perjudicial para México, pues se vería una mayor salida de capitales. “El efecto inmediato sería una mayor salida de capitales. Ahora bien, considero que Banxico es consciente de este escenario, por lo que continuará con su política monetaria restrictiva, subiendo tasas de interés, tal como sus pares. Lo anterior, para intentar mitigar el riesgo asociado a salidas de capital y lograr el anclaje de expectativas inflacionarias”, abundó.