Jóvenes y personas sanas, que nunca habían sufrido una infección por SARS-CoV-2, fueron expuestos intencionalmente al virus.
Jóvenes y personas sanas, que nunca habían sufrido una infección por COVID-19, fueron expuestos intencionalmente a esta enfermedad para descubrir cómo funciona el virus en el organismo, reveló un estudio publicado por Reino Unido.
Durante el ensayo clínico, científicos administraron una dosis del virus a este grupo y los resultados arrojaron que el periodo de incubación tarda 42 horas, es decir, es más corto que el estimado actualmente que es de 5 a 6 días.
Incluso, los expertos concluyeron que una sola gota nasal de un paciente infectada por coronavirus es suficiente para contagiar a otra persona, además de que los síntomas comienzan a desarrollarse muy rápido, dos días después del contagio.
La infección se manifiesta primero en la garganta y el virus alcanza su punto máximo a los cinco días, momento en el cual la nariz tiene una carga viral mucho más alta que la garganta.
En este análisis clínico, elaborado por The Human Challenge, participaron 36 voluntarios, hombres y mujeres, de entre 18 y 30 años, que no estaban vacunados contra el virus y no habían tenido infecciones previas por esta enfermedad.
De este total, 18 se infectaron y, de este grupo, 16 desarrollaron síntomas leves y moderados, parecidos a un resfriado, como nariz bloqueada y mucosidad, estornudos y dolor de garganta; otros tuvieron dolor de cabeza, dolores musculares y de articulaciones, cansancio y fiebre, pero ninguno desarrolló síntomas graves.
“Lo primero y más importante, no hubo síntomas graves o preocupaciones clínicas en nuestro modelo de infección en participantes adultos jóvenes y saludables”, señaló Christopher Chiu, del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Instituto de Infecciones del Imperial College London.
Asimismo, detalló que las pruebas de antígenos son fiables para detectar la presencia del SARS-CoV-2
¿Cada cuánto debes cambiar tu cubrebocas al día?
En tiempos de COVID-19, el cubrebocas es un arma fundamental para evitar contagios, sobre todo en espacios públicos, centros de trabajo, estudio o dentro de casa.
Por ello, una forma de reforzar la protección contra el virus es usar la mascarilla de forma correcta, es decir, cubrir perfectamente nariz y boca, además de cambiarlo una vez que haya perdido su efectividad.
De acuerdo con María Isabel López López, jefe de Área en la Coordinación Técnica de Enfermería del IMSS, es recomendable que el cubrebocas tricapa se reemplace cada cuatro horas, cuando ya está húmedo y, en el caso de los N95 y KN95, pueden servir para toda una jornada laboral.
TOMADO DE EL FINANCIERO