Ante la decisión del gobierno federal de que los alumnos de educación básica regresen a clases presenciales, Andrea, Maru, Naty y Lucía decidieron emprender lo que califican como “una lucha contra el sistema por hacer valer los derechos” de sus hijos. Tramitaron amparos para pedir a las autoridades que vacunen a sus hijos contra el Covid-19.
Entrevistadas por EL UNIVERSAL, señalaron que gracias a la organización que hubo entre padres de familia de la escuela a la que acuden sus hijos lograron interponer alrededor de 150 amparos para conseguir las vacunas contra el Covid-19 para los menores, de entre 12 y 15 años.
Aclararon que no forman parte de ningún grupo político, que ninguna persona se acercó a ellas para darles dinero a cambio de iniciar esta lucha: “Somos madres preocupadas por la salud de nuestros hijos”.
Las madres, que en algún momento de sus vidas tuvieron un acercamiento al derecho, pero nunca ejercieron, comentaron que al ver el fallo de un juez a favor de que un menor se vacunara en Oaxaca, decidieron copiar el machote para el amparo.
“Pensamos que sería como en Oaxaca, incluso copiamos el machote de la solicitud de amparo, pero nos llevamos una muy mala sorpresa, al darnos cuenta que acá pareciera que no se quiere vacunar a los niños. Tardamos cerca de dos meses y nos parecía increíble cómo nos declinaban las solicitudes por cuestiones burocráticas como le falta una copia, ese cargo ya no es, aquí no está el subsecretario, ésta es la subsecretaría”, precisó Naty.
“Nosotras tres [Naty, Maru y Andrea] tenemos un poco de conocimientos sobre derecho, estudiamos, pero nunca ejercimos. Pienso en las personas que no tienen este acercamiento, comparado con el trato que nos dieron, ellos sí se hubieran dado por vencidos, pero por eso decidimos ayudarlos. Además entendimos que si las autoridades veían que era una lucha de grupo, nos iban a hacer más fácil caso porque no es lo mismo que llegue un oficio a 150”, dijo Andrea.
En diversas entidades, menores de edad han sido vacunados gracias a amparos. El 28 de septiembre en el Estado de México, 261 niños recibieron sus dosis.
Maru señaló que negar a los niños la vacuna es un acto de discriminación, pues hay países donde ya se están inoculando.
“Incluso parece un acto en contra de los derechos de los niños, no puede ser posible que el Estado, que es el encargado de garantizarlos, les niegue esta protección extra en medio de una pandemia tan grande y agresiva como la que estamos viviendo, hasta parece a propósito, como los niños no son votos”, dijo.
Acerca de las declaraciones del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, sobre que vacunar a un niño le quita una dosis a un adulto, Naty indicó que es incongruente, porque México dona biológicos a otras naciones.
“Parece broma porque si no hay las vacunas necesarias, si en realidad se le quita la oportunidad a otro ciudadano, no deberían regalar vacunas. Apenas la semana pasada vi en las noticias que el canciller dijo que México iba a donar vacunas a los países más pobres. Entonces, ¿hay o no hay vacunas?”, aseveró
Acercamiento con la enfermedad
Naty y Lucia señalaron que tiempo atrás sus hijas enfermaron de Covid-19 y al ver la insistencia del gobierno en volver a clases presenciales decidieron buscar la manera de reforzar su salud.
“No le deseo a ninguna madre el tener a sus hijos enfermos de Covid, que los vean sin poder respirar, sin saber cómo ayudarlos. Es una experiencia horrible, porque una como madre se siente culpable por no quedarse en casa y tener la necesidad de salir a trabajar para sobrellevar los gastos”, dijo Lucía entre lágrimas.
El pasado 7 de octubre, los menores acudieron al Centro Médico Naval para recibir la dosis de Pfizer-BioNTech.
“Sabemos que la vacuna no va a evitar que nuestros hijos se contagien, pero sí va a evitar que los hospitalicen y mira que yo sé de eso. Tuve Covid y en realidad cuestan mucho los medicamentos, el oxígeno y para colmo las secuelas que deja”, dijo Maru.
Día de la vacuna
El 7 de octubre las madres acudieron al Centro Médico Naval para que vacunaran a sus hijos con el antígeno de Pfizer-BioNTech. Señalaron que sus hijos no tuvieron efectos, sólo dolor en el brazo un día después.
Las madres señalaron que tienen que seguir con la lucha legal, pues buscan que se declare la inconstitucionalidad de la estrategia de vacunación por excluir a los menores. Además, aún tienen a otras madres en espera de los fallos a su favor.