Culiacán, Sin.- Lo que inició como una marcha en protesta de Gael y Alexander, hermanos que murieron en un ataque a balazos el domingo 19 de enero, derivó en actos violentos en Palacio de Gobierno.
A cuatro días del ataque contra una familia en Culiacán, en donde un padre y sus dos hijos menores de edad fueron asesinados por civiles armados, la sociedad civil salió a marchar exigiendo justicia y clamando porque los niños queden fuera del cruento conflicto entre grupos delincuenciales de Sinaloa.
Las víctimas de aquel atentado fueron los hermanos Gael, de 12 años, y Alexander, de 9. El primero pereció en el ataque ocurrido la madrugada del domingo en el sector Los Ángeles. El menor de los dos perdió la vida a causa de los impactos de bala que recibió, dos días después del hecho.
El padre, Antonio, perdió la vida en el sitio, en lo que las autoridades presumen se trató de un intento de robo a vehículo.
Padres de familia y sociedad en general se dieron cita en la escuela primaria Sócrates, plantel en donde estudiaba Alexander y donde su hermano mayor también cursó los estudios básicos.
“Culiacán está bañado de sangre, lo único que queremos es poder transitar por las calles con tranquilidad”, comentó Víctor Manuel Aispuro, director del plantel.
Fueron miles de personas las que asistieron a esta marcha pacífica, lo cual se llevó a cabo por la avenida Álvaro Obregón hasta el Palacio Municipal, en donde los manifestantes entraron con una lona con la imagen del padre y sus dos hijos.
El ambiente era fúnebre, los rostros de los padres que acudieron a la marcha exponían el temor de también ser víctimas de un ataque como el que sufrió la familia Sarmiento.
“Queremos que esto pare, que las autoridades hagan algo. Ya hay muchos muertos, ¿qué esperan? ¿Qué haya más?”, reclamó una madre de familia.
Durante el recorrido, los manifestantes lanzaban exclamaciones como “con los niños no” e incluso decían “fuera Rocha”, en reclamo al gobernador Rubén Rocha Moya. “Esto no es norma”, fue otro de los mensajes dados en la manifestación.
El contingente soltó globos blancos y prendió veladoras en el Ayuntamiento de Culiacán, después tomaron camino rumbo al Palacio de Gobierno en busca de ser atendidos por el gobernador.
Activistas de los derechos humanos como Óscar Loza estuvieron presentes. El aspirante a titular del CEDH consideró la cifra de 21 niños asesinados en esta coyuntura de violencia como algo lamentable.
“Esto llega al corazón de todos y esperemos que llegue a las personas que están en actividades delictivas. Es terrible”, dijo.
Llegan a Palacio de gobierno
Los manifestantes arribaron al palacio de gobierno exigiendo que el gobernador, Rubén Rocha Moya, los atendiera.
Ante esto, la multitud reventó las puertas principales para subir y hablar con el mandatario.
A simple vista pueden apreciarse los estragos de una marcha que exige justicia y una acción efectiva por parte de las autoridades, para que pueda volver la paz a Culiacán y los niños no se vuelvan víctimas de una guerra que no les pertenece.
Puertas y oficinas destruidas quedaron dentro del Palacio, evidenciando el hartazgo de la sociedad al no recibir respuestas y seguir siendo víctimas colaterales de la pugna entre grupos criminales.
Asimismo, en las paredes fueron colocadas diversas cartulinas con mensajes de enojo en contra del gobernador, exigiendo ser escuchados y pidiendo paz por Culiacán.
A pesar de los destrozos, Rocha Moya no salió para atender a los manifestantes, creando indignación entre los asistentes.
Finalmente, se acordó tener un diálogo con la madre y esposa de los fallecidos, esperando tener respuestas positivas.
Operativo en marcha
Después del ataque en Los Ángeles, la Secretaría de Seguridad Pública implementó un operativo contra el polarizado de los vehículos, porque según el secretario Óscar Rentería Schazarino, esto mejorará la seguridad del Estado y evitará que los niños sean víctimas de la violencia.
“Por un lado, a nosotros se nos dificulta identificar quién va en los vehículos y, por otro lado, los delincuentes pueden confundir a quién va dentro. Vamos a iniciar una campaña para erradicar el polarizado”, dijo.
Un jueves en Culiacán
Mientras se llevaba a cabo esta marcha, se registraron diversos hechos violentos en la capital sinaloense, siendo el de mayor magnitud un ataque contra Policías Municipales frente al Parque 87.
Por este evento, algunos padres de familia tuvieron que dejar de marchar para ir por sus hijos que estudian en planteles del sector.
“Estamos hartos ya, no podemos ni exigir paz sin que algo ocurra”, exclamó una madre de familia.
TOMADO DE EL SOL DE CULIACÁN