La violencia con la que opera el Cártel Jalisco Nueva Generación ha llevado al Ejército mexicano ha incrementar su poder de fuego y en Zacatecas, los militares que enfrentan a los grupos criminales que libran una guerra en ese estado, llevan ahora lanzacohetes, conocidos en el mundo castrense con el nombre de “Blindicide”.
Su poder de fuego permite neutralizar vehículos blindados de hasta 300 milímetros de acero laminado, similares a los “monstruos” empleados por el Cártel Jalisco Nueva Generación para enfrentar a sus enemigos y a las autoridades.
Cuenta con un alcance máximo de 900 metros. Buscan enfrentar al CJNG | Jorge Carballo También puede perforar paredes de hormigón de hasta 1.5 metros de espesor.
El lanzacohetes puede ser empleado para disparar granadas de fragmentación, de humo o de iluminación. Actualmente, los Ejércitos de Suiza y de México lo siguen empleando.
La primera vez que se utilizó fue durante la Guerra Civil de Nigeria, en 1960. El “blindicide” forma parte del equipo básico que portan los militares mexicanos comisionados en los estados donde el Cártel Jalisco Nueva Generación tiene dominio.
Y es que para combatir al grupo criminal de Nemesio Oseguera El Mencho, las fuerzas castrenses no sólo emplean vehículos artillados y blindados conocidos como Sandcat, armas de grueso calibre o granadas de fragmentación, ahora, han tenido que recurrir a los lanzacohetes ya que los “monstruos” del Cártel Jalisco, están lejos de ser vehículos de blindaje artesanal. Si bien, los primeros “monstruos” asegurados por las autoridades en Michoacán fueron construidos con gruesos pedazos de lámina, los nuevos cuentan con blindaje nivel 8.
Uno de estos “monstruos” asegurado por las fuerzas castrenses en enero del 2022, tras un enfrentamiento en Tepalcatepec, Michoacán, era un acorzado de laminas diseñado para soportar impactos de balas calibre 50; de igual manera, los cristales de las ventanas tenían ocho capas de protección.
Los Ejércitos de Suiza y de México utilizan los artefactos | Jorge Carballo Ante este poder del fuego de los grupos criminales, las fuerzas militares mexicanas tuvieron que desplegar los lanzacohetes, para igualar la capacidad de defensa de sus elementos en caso de un ataque. Los narcotraficantes también tienen lanzacohetes.
El 20 de marzo del 2021, elementos de la Sedena, fueron atacados a balazos en Rincón de Guayabitos, Nayarit. Tras el tiroteo, las autoridades aseguraron un lanzador de cohetes soviético conocido como RPG y un lanza misiles.