En medio de una creciente polémica por presuntos actos anticipados de campaña rumbo a las elecciones de 2027 en Chihuahua, la senadora morenista Andrea Chávez respaldó públicamente la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien pidió a su partido frenar este tipo de actividades por parte de aspirantes a cargos de elección popular.
“No estoy dando declaraciones, ya les dije que estoy de acuerdo con la presidenta”, dijo escuetamente la legisladora al ser cuestionada en los pasillos del Senado, sin ahondar en los señalamientos que han surgido en su contra.
La controversia surgió luego de que un reportaje difundido por Latinus revelara que Chávez habría utilizado unidades médicas para promover su imagen personal, en una aparente estrategia para posicionarse de cara a la gubernatura de Chihuahua, cargo que se disputará en 2027. Dichas unidades pertenecerían a la empresa FMedical, propiedad de Fernando Padilla Farfán, identificado como cercano al exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, actual coordinador de Morena en el Senado.
PAN exige a la FGR avanzar en la investigación
La oposición no tardó en responder. Diputados federales del PAN, como Mariana Gómez del Campo y Jorge Triana, celebraron la postura de la mandataria federal y exigieron que la Fiscalía General de la República (FGR) avance en la investigación derivada de una denuncia que presentaron contra la senadora morenista por al menos 15 delitos relacionados con el presunto uso indebido de recursos públicos.
“A lo mejor este caso en lo particular ya le incomodó a la presidenta de México y por eso está levantando la voz. Lo que ha hecho la senadora Chávez la deja muy mal parada ante los mexicanos”, expresó Gómez del Campo.
Por su parte, Triana señaló que “la senadora mete en un problema a la presidenta, porque al condenar este tipo de actos, prácticamente nos está dando la razón. No es que avale la denuncia, pero sí repudia estas campañas adelantadas”.
Morena ante un dilema interno
La postura de Sheinbaum abre un nuevo capítulo dentro de Morena, al exhibir tensiones internas entre la dirigencia nacional, aspirantes a futuros cargos y los principios de legalidad y disciplina partidista que la presidenta busca consolidar al frente del movimiento.
Aunque por ahora Chávez optó por el silencio, el caso ha escalado a nivel nacional y pone sobre la mesa el debate sobre los límites de la promoción política fuera de los tiempos electorales, un fenómeno recurrente en el actual panorama político mexicano.