Facebook e Instagram restauraron este viernes las cuentas del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump.
Según “The Epoch Times”, la acción le costó al menos 47 mil millones de dólares a las empresas.
Facebook y Twitter suspendieron la cuenta a Trump, que desde hace meses no deja de desacreditar al proceso electoral y de acusar sin pruebas a los demócratas de haberle “robado la elección” para la presidencia de Estados Unidos.
Para justificar su decisión, las dos redes se refirieron en particular a los riesgos de violencia futura, de aquí a la ceremonia de investidura del presidente estadounidense electo Joe Biden.
La decisión de la red social fue acogida con ciertas reservas, incluso por algunos dirigentes europeos, como Angela Merkel, que considera esta decisión “problemática”, ya que muestra la omnipotencia de las plataformas en términos de libertad de expresión.