La inflación en el transporte aéreo y servicios turísticos, así como los contagios de Covid-19, son factores que en los últimos meses han desalentado el turismo nacional, que constituye un importante motor de la llamada industria sin chimeneas.
El desánimo de familias para vacacionar se vio reflejado en la contracción de los indicadores complementarios de la confianza del consumidor publicados por Inegi y Banco de México.
Las posibilidades económicas de algunos integrantes del hogar para salir de vacaciones en los próximos 12 meses pasaron de 32.5 puntos en noviembre de 2021 a 29.5 unidades en enero de 2022, una de las mayores bajas del indicador en ese lapso.
Hay dos factores que explican esta contracción de la confianza de las familias para vacacionar: por una parte, los efectos en la variable ómicron, que se sintieron con mayor claridad el mes pasado y, por otra parte, la difícil cuesta de enero con una inflación acelerada en las últimas semanas, explicó el director de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac, Francisco Madrid.
“Este conjunto de factores desanima el que las familias mexicanas pudieran estar viendo viable viajar en los próximos meses, yo tendría la impresión de que deberíamos ver, en el corto plazo, una mejora de este comportamiento”, destacó el también director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) Anáhuac.
Cuando la familia hace su presupuesto primero considera los gastos prioritarios, como alimentación, colegiaturas y salud, y limita otros desembolsos como viajar o comer fuera de casa, explicó Humberto Molina, consultor turístico de Grupo Empresarial Estrategia (Gemes).
“Evidentemente, si la gente empieza a ver que sus ingresos ya no alcanzan porque la economía no está creciendo y la inflación va para arriba, comienza a distinguir su gasto en este tipo de productos y servicios que son prescindibles”, destacó.
En su opinión, el salario real y las perspectivas de cómo estará su ingreso en los próximos meses, además de la inflación, influyen en las expectativas de las familias para vacacionar. En la medida en que las tarifas de avión y hotel aumenten, eso también desalienta los viajes.
Hasta la primera quincena de enero la inflación general había reportado un alza anual de 7.1%, la tasa mal elevada para dicho periodo en 21 años. En particular, los costos relacionados con viajar que más repuntaron fueron los boletos de avión, cuyo precio se disparó 26.9% con respecto al mismo periodo del año anterior; los servicios turísticos en paquete, con alza de 13.7%; la tarifa de hoteles, 10.8%, así como comer en restaurantes, 7.6%.
Frente a la carestía, ambos especialistas coinciden en que las familias van a modificar sus hábitos de viajar.
“El tema general es que mantienen su interés y lo que hay es un cambio de patrones de consumo, es decir, viajes más cortos, sustitución de destinos. Quien iba fuera del país, ahora va a destinos de playa; quien iba a la playa, va a destinos probablemente del interior, un efecto dominó”, expresó Madrid.
“La gente seguirá viajando, pero va a estar muy consiente de cómo obtener un mayor valor por su dinero; va a estar buscando ofertas, alojamientos alternativos, medios de transporte que no cuesten tanto. Van a estar buscando hacer ahorros y van a estar muy pendientes de las promociones”, agregó Molina.
Aunque para los expertos todavía no es un factor , algunos destinos turísticos importantes registran altos niveles de percepción de inseguridad.
Con respecto a la pandemia, Molina reconoció que está afectando al turismo, “pero si todo va como dicen los expertos, que esta es una ola que va a pasar, yo creo que el peso de la parte de la pandemia ya va a ser menor y esperaría que hacia el verano, incluso en Semana Santa, si superamos esta ola, la principal preocupación ya no sea el Covid, sino los ingresos y precios”.
En opinión Madrid, “estamos en una fase de remisión de la pandemia y, si bien en febrero veremos todavía muchos contagios, a partir de marzo habrá una disminución. En consecuencia, algunos de los temores o de las razones que impiden los viajes estarán desapareciendo”.
Sin embargo, reconoce que todavía no se ven condiciones para una recuperación completa. “Es un proceso que tomará algunos meses”, recalcó.
TOMADO DE EL UNIVERSAL