Lo que parecía ser otro intento desesperado por generar contenido viral terminó en una escena alarmante junto al lago Lady Bird, en Austin, Texas. La protagonista: la influencer Natalie Reynolds, quien ahora enfrenta una ola de críticas por pagarle 20 dólares a una mujer en situación de calle, con aparentes problemas de salud mental, para que se arrojara al agua, a pesar de que ella advirtió no saber nadar.
Los lamentables hechos fueron transmitidos en vivo por la propia Reynolds, durante una supuesta “búsqueda del tesoro” que la streamer organizó para entretener a su audiencia. En el video se la ve insistiendo a la mujer para que “simplemente salte”, a lo que esta accede, aparentemente por necesidad o confusión.
El tono despreocupado de la transmisión cambia radicalmente cuando la mujer, ya en el agua, empieza a gritar que no sabe nadar y lucha por mantenerse a flote.
“¡No sé nadar, solo puedo flotar!”, se la escucha exclamar fuera de cámara.
Sin embargo, en un hecho que esta siendo duramente criticado, la influencer procede a reírse y peor aún, niega haberla animado a saltar, a pesar de que sus propios acompañantes lo confirman, y luego entra en pánico. Comienza a llorar, dice que está asustada y lanza frases dramáticas como:
“¡Me voy a suicidar! ¡Dice que se está ahogando!”.
El video termina con el grupo alejándose del lugar justo cuando llegan los bomberos, quienes finalmente rescatan a la mujer. El Departamento de Bomberos de Austin confirmó la intervención, aunque no dio detalles sobre el estado de la víctima ni el tipo de asistencia médica que necesitó.
La escena provocó una ola de críticas y cuestionamientos redes sociales contra la influencer. Y con el hashtag #ConductaIrresponsable se volvió tendencia, y la cuenta de Reynolds fue suspendida. Muchos usuarios la acusaron de abuso, explotación y comportamiento peligroso.
“Escoria humana”, “Aprovecharse de personas vulnerables para likes es lo más bajo que se puede caer”, comentaron algunos.
Intentando limpiar su imagen, Reynolds volvió a transmitir para defenderse: alegó que fue la mujer quien se le acercó primero, que su equipo le pidió que se retirara y que todo esto “se olvidará en una semana”. Pero la reacción del público sugiere todo lo contrario.
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Tras el controvertido reto, TikTok decidió suspender la cuenta de Natalie al considerar que puso en peligro la vida de la mujer y que es ademán un mal ejemplo para sus seguidores, por lo que la influencer se dio a la tarea de acudir a las oficinas corporativas de esa red social y en un intento de que se le levantara la prohibición, fue captada llorando y haciendo berrinche para recuperar su cuenta.
Además, no es la primera vez que Reynolds se encuentra en el centro de la controversia. En diciembre pasado fue duramente criticada por grabarse en un gimnasio con unos pantalones “pintados” sobre la piel, desafiando a los empleados que le pidieron que se fuera.