La noche del miércoles 11 de junio, el cielo regalará un espectáculo astronómico único: la llamada Luna de Fresa, la luna llena de junio, alcanzará su punto máximo de iluminación a las 07:43 UTC, mientras se encuentre a una distancia geocéntrica de 402,131 kilómetros de la Tierra.
Este fenómeno no solo marca el ciclo lunar del mes, sino que tiene una carga cultural y visual especial. Su nombre proviene de los pueblos nativos algonquinos, quienes relacionaban esta luna con la temporada de cosecha de fresas en Norteamérica.
Este año, además, la Luna de Fresa será la luna llena más baja en el cielo en 18.6 años para el hemisferio norte. Al mantenerse cerca del horizonte durante su aparición, producirá un efecto óptico que hará que se vea más grande de lo habitual, provocando lo que muchos llaman una “súperluna baja”.
Si las condiciones meteorológicas lo permiten, los astrónomos y amantes del cielo nocturno recomiendan mirar hacia el horizonte justo después del anochecer para no perderse este evento natural, que no volverá a repetirse con estas características durante casi dos décadas.