El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Hans Kluge, se mostró más pesimista sobre el hecho de que un alto índice de vacunación vaya a detener por sí solo la pandemia de coronavirus debido a que las variantes de la enfermedad redujeron la perspectiva de una inmunidad colectiva.
Kluge pidió en conferencia de prensa “prever para adaptar nuestras estrategias de vacunación”, sobre todo en lo relativo a las dosis adicionales, ya que la probabilidad de que la enfermedad siga siendo endémica es cada vez mayor.
En mayo el funcionario de la OMS había dicho que “la pandemia terminará cuando hayamos alcanzado una cobertura mínima de vacunación del 70%” de la población mundial.
Sin embargo, el panorama parece haber cambiado con la irrupción de nuevas variantes, como la Delta, más contagiosas, que han provocado rebrotes en Estados Unidos y varios países de Europa.
El linaje detectado originalmente en la India ya se conocía en mayo, pero aún “no había semejante emergencia de variantes más transmisibles y más virales”, explicó Kluge.
“Esto nos lleva al punto de que el objetivo esencial de la vacunación es sobre todo evitar las formas graves de la enfermedad y la mortalidad “, destacó, según informó la agencia de noticias AFP.
En ese sentido, explicó que si se considera que el Covid-19 “seguirá mutando y continuará entre nosotros, como la gripe, entonces debemos prever cómo adaptar progresivamente nuestra estrategia de vacunación ante la transmisión endémica, y adquirir conocimientos muy valiosos sobre el impacto de las dosis adicionales”.
Según los epidemiólogos, parece poco realista alcanzar la inmunidad colectiva sólo con las vacunas, aunque nadie pone en duda su rol en la lucha contra la pandemia.
La vacunación también sigue siendo esencial “para reducir la presión sobre nuestros sistemas de salud que necesitan desesperadamente tratar otras enfermedades además Covid”, insistió.
Se estima que la variante Delta, actualmente dominante en muchos países, es un 60% más contagiosa que la anterior (Alfa) y el doble que el virus histórico (de Wuhan).
Cuanto más contagioso es un virus, más sube el índice de las personas que tienen que estar inmunizadas para alcanzar la inmunidad colectiva y detener la epidemia, y la inmunidad se consigue mediante las vacunas o contrayendo el virus.