México y Estados Unidos acordaron luchar contra el desmantelamiento de las redes de tráfico de armas de fuego para combatir el fentanilo y reconocieron que el tráfico de armas de fuego contribuye a la violencia y a la destrucción en ambos lados de la frontera.
En una declaración conjunta de ambos países tras la reunión que ayer sostuvieron el presidente Andrés Manuel López Obrador y altos servidores públicos del Gobierno de México con una delegación estadounidense encabezada por la asesora de seguridad nacional, Elizabeth Sherwood-Randall, la fiscal general adjunta, Lisa O. Monaco, y la subsecretaria interina de Seguridad Nacional, Kristie Canegallo, se acordó avanzar en la cooperación de ambos países en la lucha global contra el fentanilo y las sustancias químicas de uso dual, el combate al tráfico de armas, la gestión de la migración y la modernización de la frontera compartida.
Esta reunión, se indica en el documento, se basó en encuentros anteriores de alto nivel dirigidos por la asesora Sherwood-Randall y la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC). Rosa Icela Rodríguez Velázquez.
“Nuestros países también reconocen que descubrir, interrumpir y desmantelar las redes de tráfico de armas de fuego es fundamental en nuestros esfuerzos conjuntos para combatir el fentanilo ilícito, y estamos comprometidos a abordar el tráfico de armas de fuego que contribuye a la violencia y a la destrucción en ambos lados de nuestra frontera compartida”
En la reunión de ayer en Palacio Nacional también discutieron los desafíos y avances en la cooperación respecto a la migración regional y se comprometieron a continuar forjando una respuesta a nivel regional, guiada por los principios establecidos en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección.
Con ese fin, se detalla, México y Estados Unidos se comprometen a ampliar aún más la disponibilidad de vías legales en toda la región, incluyendo hacia México y Estados Unidos
También discutieron la expansión del trabajo conjunto de desarrollo en Centroamérica y mantener consecuencias sólidas para la entrada irregular en nuestra frontera compartida.
Finalmente, los dos países se comprometen a seguir avanzando en el trabajo en curso para modernizar y promover proyectos de infraestructura que apoyen a nuestras comunidades fronterizas, beneficien a ambas naciones, y fortalezcan nuestra relación y seguridad bilateral.
EL UNIVERSAL