Sin embargo, estos pueden variar en personas con ciertas afecciones médicas, como enfermedad pulmonar, por lo que es necesario que un médico determine los niveles óptimos para cada persona.
Una oxigenación menor al 92% implica riesgos a la salud por lo que se recomienda acudir inmediatamente al médico.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) advierte que tal como ocurre con cualquier dispositivo, siempre existe el riesgo de una lectura inexacta, por lo que siempre será mejor consultar con un especialista.
- Existen casos de “hipoxia silenciosa”, donde los niveles de oxígeno de las personas son peligrosamente bajos, pero no necesariamente experimentan dificultad para respirar.
¿Cómo funcionan los oxímetros?
Los oxímetros de pulso se colocan en un dedo de la mano o del pie. Para utilizarlos correctamente la FDA sugiere:
- Sentarse, estar quieto y no mover la parte de su cuerpo donde está el oxímetro.
- No usar el dispositivo cuando las manos estén frías.
- No tener o quitarse todo el esmalte de uñas antes de usar el medidor.
¿Por qué es importante tener un oxímetro en casa?
Tener un oxímetro en casa puede ser un buen instrumento que ayude a monitorear los signos y síntomas asociados con el COVID-19, ya que tener niveles bajos de oxígeno en sangre podría ser un signo de infección por coronavirus, pero también de otros problemas de salud que deben ser analizados por un experto de la salud, indica Fundación Carlos Slim.
Quien además asegura, es importante tener en claro que este dispositivo no puede detectar la COVID-19, Por lo que, y en consonancia con la FDA, se recomienda llevar un registro de los síntomas que se presentan.
Algunos síntomas característicos de que la saturación de oxígeno empezó a bajar o está por debajo del nivel normal, según expertos del Tecnológico de Monterrey, son:
- Sensación de falta de aire
- Mareos, y/o náuseas
Ante cualquier duda sobre los niveles de oxigenación obtenidos con el oxímetro es importante acudir a los servicios médicos.