Los cuatro elementos del Ejército implicados en la masacre de cinco jóvenes la madrugada del domingo pasado, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fueron vinculados a proceso por el delito de desobediencia, dentro de las investigaciones que realiza la Fiscalía General de Justicia Militar sobre los hechos, informaron fuentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Indicaron que este proceso es diferente a las investigaciones que realiza la Fiscalía General de la República (FGR), en donde los elementos del Ejército enfrentan los cargos de homicidio y abuso de autoridad, entre otros.
Las imputaciones de desobediencia se basan en el reporte que entregó uno de sus superiores, en el sentido de que el personal no atendió a la orden de dejar de disparar en contra de la camioneta en la que viajaban las víctimas el domingo 26 de febrero en Nuevo Laredo.
De acuerdo con un informe de la Sedena, el personal militar disparó en contra del vehículo luego de escuchar un estruendo, tras perseguir a los tripulantes de una camioneta pick up, sin placas, con las luces apagadas y que intentaron huir al detectar su presencia.
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 4:50 horas del domingo 26 de febrero, en la zona urbana de Nuevo Laredo, cuando el personal del Ejército realizaba un patrullaje y se escucharon disparos, en la colonia Cavazos Lerma.