El mundo del deporte internacional se ha estremecido cuando ha salido a la luz la terrible noticia de que la capitana del equipo de voleibol femenil de Afganistán, Mahjabin Hakimi, ha sido decapitada por los talibanes en Kabul.
La historia del brutal asesinato de Hakimi fue contada por Suraya Afzali -un seudónimo utilizado por una de las entrenadoras del equipo- para el diario Persian Independent.
La estratega señaló que nadie “a excepción de la familia” de la jugadora sabía “la hora y forma exacta” de la muerte que ha estremecido a la comunidad. Hakimi, que formó parte del Club de Voleibol de la Municipalidad de Kabul, tenía tan solo 25 años.
La entrenadora acusó que la familia no había compartido la noticia de la decapitación de Mahjabin debido a que su familia “estaba siendo amenazada” y señaló que es probable que el asesinato hubiera tenido lugar en los primeros días de octubre. Los talibanes, que desde mediados del 2021 empezaron a tomar control sobre Afganistán, han prohibido a las mujeres realizar deportes debido a que consideran que “es innecesario y exhiben su cuerpo”.
Ante la persecución de los talibanes hacia las mujeres que practican deportes, así como la erradicación del derecho a la educación y su participación en esferas públicas, varias atletas decidieron huir, como es el caso del equipo de futbol, que actualmente se encuentra refugiado en Portugal.
Sin embargo, de acuerdo a lo señalado por Afzali tan solo un par de miembros del equipo lograron salir del país antes de que los talibanes derrocaran al antiguo gobierno de Afganistán.
“Todas las jugadoras del equipo de voleibol y el resto de las mujeres atletas están en una mala situación, desesperadas y asustadas”, apostilló Afzali.
Ahora, tras el asesinato de Hakimi, la entrenadora aseguró que las jugadoras se han visto orilladas a buscar nuevos hogares y recursos para intentar huir del régimen de terror que han impuesto los talibanes.